La cuna europea del alpinismo. Una vida, que como su propio nombre indica, nace bajo paredes de hielo y roca, protegida por inmensos valles llenos de magia y vigilada por algunos de los nombres más evocadores del montañismo mundial. Montañas donde se forjó la historia de una humanidad que siempre luchó por llegar más alto, más lejos.
Bajo el abrazo del Mont Blanc, muchas son las cimas históricas que en los Alpes se encuentran. Desde la mística del Cervino y sus crestas, hasta el temible Eiger y su cara norte, pasando por la Marmolada, el Gran Paradiso o las Tres Cimas de Lavadero, la cordillera europea por excelencia se erige ejemplar ante los ojos de los exploradores más atrevidos.
Paraíso de escaladores, alpinistas y esquiadores, este territorio de agujas, algunas tan emblemáticas como la Aiguille du Midi, es la joya de la corona para los amantes de la naturaleza. Rozando los 5.000 metros, sus paisajes dejarán boquiabiertos a los visitantes de algunos de los pueblos de montaña más importantes del planeta. Chamonix, Zermatt, Cervinia, Lauterbrunnen, Aosta… Vayas donde vayas una mística de leyenda te atrapará.
